Nairobi, 20 mar (PL) El último rinoceronte blanco del norte que quedaba con vida en el planeta tuvo una muerte asistida este lunes, informaron hoy especialistas de la reserva de Ol Pejeta, en el centro de Kenya.
A la edad avanzada de 45 años, la salud del último ejemplar macho de la especie comenzó a deteriorarse y sufrió cambios degenerativos en sus músculos y huesos, que se combinaban con heridas en la piel.
Bautizado como Sudán, el rinoceronte llegó a la instalación keniana en 2009, y a finales de 2017 desarrolló una incómoda infección en la pierna derecha posterior, que fue evaluada de inmediato por un equipo multinacional de veterinarios, pero luego se descubrió una infección secundaria y mucho más profunda.
Los especialistas determinaron tras 24 horas de agudo sufrimiento en que ya no pudo ponerse en pie, aplicar la eutanasia a Sudán, indicó un reporte médico veterinario.
En vida Sudán pudo apoyar el mantenimiento de su especie al preñar a dos hembras, pero su muerte deja en un punto crítico la supervivencia del grupo, señalaron expertos de Ol Pejeta.
Este lunes le fueron tomadas muestras de material genético para realizar intentos de reproducción de rinocerontes blancos del norte mediante tecnologías celulares en el futuro.
Ahora en la instalación africana quedan solamente dos ejemplares de esta rara subespecie, su hija Najin y la hija de esta Fatu.
La principal esperanza de sobrevivencia es el desarrollo de una técnica de fertilización in vitro usando semen almacenado de machos y óvulos de hembras de esta subespecie.
Según especialistas, lograr el éxito en las técnicas de reproducción artificial usando rinocerontes blancos sureños sustitutos es otra forma de salvar algunos de los genes blancos del norte de los animales vivos, pero esto nunca se ha intentado con esta especie.
Los otros se encuentran en esperma de rinoceronte blanco del norte obtenidos de varios machos ya fallecidos, que se almacenan en Berlín, Alemania.